ÉxtasisDeMediaNoche
Como Don Quijote; viendo gigantes donde sólo hay molinos.
lunes, 20 de marzo de 2017
Primavera
sábado, 29 de octubre de 2016
Las cosas que me gustan de mí.
jueves, 20 de octubre de 2016
BLACKJACK
miércoles, 12 de octubre de 2016
Te (...) y más allá
sábado, 20 de agosto de 2016
Cara o cruz.
Puede que no sepas que te estoy mirando.
Puede que no te hayas dado cuenta que estoy frente a ti, viendo como te tomas tu café, el de siempre, y esperas a que ella aparezca.
Puede que no te fijes en que disimulo mirarte escondida en uno de mis libros favoritos.
Puede que lleve aquí más de una hora y no haya pasado de la octava página.
Puede que ni siquiera sepas que estoy aquí.
O bueno...
Puede que ni te hayas dado cuenta de que existo.
Puede que sepa que siempre pides un café bien cargado, con solo dos azucarillos, y que nunca lo terminas.
Puede que se enfríe antes tu café que tus ganas de que ella aparezca por la puerta.
Puede que incluso yo deseé que vuelvas a buscarla sólo para verte desde aquí.
Puede que siempre venga desde la primera casualidad en la que chocamos y te disculpaste por tu torpeza.
Puede que ella te deje tirado y no aparezca -otra vez-.
Puede que eso te duela.
Puede que yo sepa que te duela porqué pones tu mueca de desinterés mostrando un pequeño resquicio de añoranza.
Puede que entonces te levantes después de una hora y cuarenta y tres minutos esperándola, y decidas que es suficiente por hoy. Que hace dos semanas debió aparecer de nuevo y nunca lo hizo.
Puede que pase por tu mente que se acojonó, que conoció a otro. Puede que huyese.
Puede que decidas de una vez por todas levantarte e irte.
Puede que sepa que yo debería hacer lo mismo.
Puede que entonces abras los ojos.
Puede que entonces me veas...
O puede que yo me quede sentada viendo como te vas -otra vez-.
Mejor esta vez lo echo a suerte... ¿Cara o cruz?
lunes, 21 de marzo de 2016
Reescribiendo-te
"Desperté de madrugada. Observé el desorden y decidí que era hora de arreglar todo.Ya que al principio se me antojaba una quimera, pero las horas se pusieron de mi partey poco a poco todo fue tomando forma.
Descubrí de nuevo el espacioso habitáculo, recordando de lo que era capaz.
Contento salí a la calle. Y sentí el penetrante calor de un sol que brillaba de forma diferente. Sus rayos apenas median unmetrosetentaycincopero su calor calaba los huesos.Me atreví a mirarlo a los ojosdescubriendo su linda sonrisa.
Sonreí."Y entonces ella sonrió.Y comprendió,que hay sonrisas que aceleran la risa,y empapan el alma,con el calor de una mañana de verano.Tanto tiempo había escritoy nunca fue sido descrita,qué el hecho de que otras manos definieran sus miedosle había hecho sentir un pellizco en el corazón,como si inyectasenuna jeringuilla de adrenalina en el hueco de su pecho,como si una lluvia ácida le quemase la piel milímetro a milímetro,como si el peso de su alma la abarcase.Entonces lo entendió todo.Entendió por qué él nunca le habló antes.Entendió por qué ella nunca había reído así.Entendió que hay corazones que se encuentran en cierto puntode una historia que aún no está escrita.Entendió que ya tenía con quien escribirla.